Es un programa de capacitación de tres días para supervisores de libertad condicional que acompañan a infractores juveniles. El programa busca identificar necesidades de salud mental y el uso de sustancias a través de prácticas basadas en evidencia para aumentar y mejorar el acceso de los adolescentes a los servicios clínicos comunitarios.
El plan de estudios incluye una serie de herramientas de evaluación estandarizadas, pautas para el tratamiento basadas en los resultados de la evaluación y procedimientos de derivación para los proveedores de servicios.
Los días de capacitación se estructuran de la siguiente manera:
1) comprensión y descripción general de las funciones y responsabilidades del supervisor, revisión del desarrollo de los adolescentes y de la participación familiar;
2) capacitación en el uso de la entrevista motivacional, a través de preguntas abiertas, afirmaciones, escucha reflexiva, factores de riesgo, herramientas de evaluación y uso de sanciones e incentivos;
3) lecciones sobre la importancia de la entrevista motivacional en la evaluación y planificación y lecciones sobre la red de planes de servicios e intervenciones dirigidas al cambio de comportamiento en la adolescencia.