Es un programa de reorientación mediante la supervisión intensiva de adolescentes infractores de entre 10 y 17 años acompañados por el sistema de justicia penal y que han sido diagnosticados con algún trastorno mental leve. El objetivo es proporcionar rehabilitación y prevenir la reincidencia y el encarcelamiento de los jóvenes.
La intervención la llevan a cabo operadores de las fuerzas de seguridad y profesionales de la salud mental, que colaboran en la gestión de los casos y la supervisión del tratamiento. El programa ofrece servicios de tratamiento de salud mental (incluida la terapia individual y de grupo), tutoría, formación en habilidades socioemocionales, manejo de la agresión, formación para la crianza de los hijos y servicios de extensión.
Los adolescentes y sus familias son contactados tres veces por semana y reciben visitas esporádicas a domicilio del equipo de supervisión y visitas semanales a domicilio del terapeuta.