El programa consiste en fomentar la inclusión de estrategias de prevención de delitos en el diseño y la construcción de proyectos inmobiliarios, comerciales y sus entornos inmediatos.
Las estrategias se basan en principios conocidos de la prevención situacional del delito, como el uso de barreras físicas que dificultan el acceso de los infractores de la ley o la sustracción de bienes; la vigilancia natural o el incremento del control social informal de los espacios de uso público; el control de accesos de instalaciones y áreas de uso público; la demarcación de límites y usos de zonas del territorio y sus rutas de tránsito; y la gestión y el mantenimiento de instalaciones y espacios para promover su utilización y reducir la percepción de descontrol.