Es un programa culturalmente adaptado para padres inmigrantes latinos y sus hijos/as, con antecedentes de problemas de comportamiento leves a moderados. El objetivo es promover una relación positiva entre padres e hijos/as, desarrollar habilidades socioemocionales en los niños, reducir los comportamientos antisociales a través de intervenciones eficientes, intensificar la supervisión parental que reciben los niños, ayudar a las familias en las negociaciones y la resolución de problemas.
El programa combina elementos culturales asociados con la experiencia de los inmigrantes, como las nociones de “superación” y “educación”, con cinco componentes de intervención:
1) incentivo de habilidades,
2) resolución de problemas,
3) involucramiento positivo,
4) definición de límites, y
5) monitoreo.
La intervención se implementa en 12 sesiones durante 12 semanas en formato individual y grupal, y además hay dos sesiones adicionales sobre inmigración y biculturalidad, y dos sesiones adicionales de capacitación parental.