Se trata de un modelo de psicoterapia para ayudar a los agresores masculinos implicados en la violencia de pareja. El objetivo es promover la flexibilidad psicológica para disminuir la agresión, trabajando la baja tolerancia a los problemas emocionales, la baja empatía (especialmente hacia la pareja maltratada) y la incapacidad de percibir o identificar las emociones.
El programa consta de 12 sesiones semanales, con 2 horas de trabajo en grupo:
1) Primera sesión, introducción y valores: presentaciones personales y explicación sobre el formato y el protocolo del trabajo en grupo. Se trabajan las bases para la identificación y clarificación de los tipos de relaciones deseadas y los comportamientos impeditivos.
2) Segunda sesión, atención plena: ejercicios para la ausencia de juicios sobre los acontecimientos psicológicos y situacionales ocurridos.
3) Tercera y cuarta sesión, inteligencia emocional: mejora de las capacidades para identificar y diferenciar los estados emocionales y sus respuestas a las emociones.
4) quinta y sexta sesiones, aceptación: desarrollo de la aceptación emocional, sus beneficios y consecuencias reguladoras de las emociones, y de las herramientas de seguimiento y evaluación de la voluntad emocional frente a la falta de voluntad emocional.
5) séptima y octava sesiones, desagregación: comprensión de la dinámica de la mente y los pros y contras del lenguaje y la cognición humana.
6) novena y décima sesiones, cambio de comportamiento: clarificación sobre los nuevos valores e identificación de las barreras para el cambio de comportamiento adaptativo, haciendo hincapié en las elecciones y procesos de la vida cotidiana más que en los resultados.
7) undécima y duodécima sesiones, revisión de la práctica y cierre: continuación de la práctica de las nuevas habilidades, incluidas las habilidades interpersonales, revisión del material inicial del grupo, análisis y discusión de la experiencia general del grupo.