Se trata de un programa policial llevado a cabo por la Patrulla de Carreteras de Tennessee en colaboración con los organismos locales encargados de la aplicación de la ley de tráfico. El objetivo es reducir el número de colisiones relacionadas con el alcohol y difundir el mensaje de tolerancia cero para quienes conducen bajo los efectos del alcohol.

El programa fue ampliamente publicitado por televisión, radio, publicidad en exteriores, revistas y periódicos, y se llegó a acuerdos con la televisión para emitirlo en horario de máxima audiencia para maximizar el impacto del mensaje. Las leyes de tráfico del estado también se difundieron a la comunidad con material promocional. Durante un año se llevaron a cabo aproximadamente 900 campañas en 95 municipios.