Es un programa escolar de apoyo y gestión de casos dirigido a estudiantes con altas tasas de ausentismo que han sido detectados por consejos comunitarios o tribunales juveniles. El objetivo es aumentar la asistencia escolar y mejorar el rendimiento académico.
La intervención proporciona articulación con la familia y con los servicios comunitarios, para crear una red de estímulo para el regreso a la escuela. Los consejos comunitarios del programa escolar, las familias y los estudiantes discuten sobre las leyes de asistencia escolar, los obstáculos para el acceso a la escuela y las consecuencias legales de la inasistencia a clases, y se articula un acuerdo formal destinado a aumentar la asistencia escolar.
El estudiante también participa en reuniones con especialistas a partir del 9.º grado de la escuela primaria para evaluar y recopilar información sobre su nivel de riesgo, vulnerabilidad, y salud física y mental, y sus habilidades socioemocionales.