Es un programa residencial de medida alternativa con tratamiento y servicios para personas con problemas de abuso de drogas que han completado los seis meses del programa. El objetivo es ofrecer una alternativa al encarcelamiento para los infractores con problemas de uso de sustancias, tratar la adicción y desarrollar habilidades socioemocionales.
La intervención se lleva a cabo en casas de transición y proporciona tratamiento para el uso de alcohol y otros medicamentos, y terapia cognitivo-conductual, con entrenamiento en habilidades de toma de decisiones y enseñanza de valores prosociales, además de ofrecer actividades educativas, orientación profesional y servicios comunitarios.
Los participantes deben cumplir los siguientes requisitos previos:
1) no tener penas superiores a dos años;
2) ser menor de 35 años; y
3) no estar condenado por delitos violentos o de narcotráfico.
El programa tiene una duración mínima de tres meses e involucra a las familias y agentes de libertad condicional.