Un estudio buscó evaluar si más armas de fuego causan más o menos crímenes. A través de la evaluación del Estatuto de Desarme, los autores concluyeron que la política aplicada en el estado de São Paulo entre 2001 y 2007 fue uno de los factores que llevaron a la reducción de los homicidios en dicho estado [1].
Un segundo estudio evaluó la aplicación del Estatuto de Desarme en el estado de São Paulo. Los autores utilizaron el nivel de suicidios con arma de fuego como una proxy de la cantidad de armas disponibles en una ciudad en la línea de base. Ellos estimaron reducciones considerables para los homicidios (al menos 12,6%, lo que representaría 2.000 vidas entre 2004 y 2007, cifra que podría llegar a 2.750 vidas). Sin embargo, el estudio no encontró ningún impacto en la tasa de delitos contra la propiedad (o robo de automóviles, específicamente) [2].
Por último, un tercer estudio trató de comprender la relación entre el volumen de armas de fuego y la tasa de homicidios. Aprovechando el contexto de aumento de la represión contra la portación ilegal de armas y la creación del Estatuto de Desarme entre 1997 y 2007, los autores estudiaron esta relación para el estado de São Paulo. Los resultados sugieren que una reducción del 1% en el stock de armas reduce, en promedio, la tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes entre 0,15% y 0,20% [3].