Se trata de una estrategia policial predictiva que dirige las operaciones especiales a pequeños lugares propensos a la delincuencia contra la propiedad. El objetivo del programa es evitar que la delincuencia aumente.
El programa consiste en dos tipos de actividades:
1) identificar mensualmente las zonas más propensas a la delincuencia contra la propiedad sobre la base de los índices anteriores de delincuencia contra la propiedad, los registros de detenciones de menores, las llamadas de emergencia y los patrones de variación estacional, y
2) contratar fuerzas policiales adicionales para llevar a cabo diversas intervenciones policiales en las zonas identificadas.
Las zonas en las que se preveía un 40% o más de probabilidades de que se produjeran delitos contra la propiedad fueron identificadas como puntos calientes y recibieron patrullaje específico y otras estrategias aplicadas por los agentes de policía. Se realizaron reuniones mensuales para debatir y analizar las actividades de captación de datos, así como para comprobar los índices y mapas de delincuencia, con el fin de difundir la información recopilada sobre el terreno.