Es un programa de terapia cognitivo-conductual para el tratamiento de personas privadas de libertad. El objetivo es desarrollar habilidades de comunicación interpersonales y confrontar patrones de pensamiento que pueden llevar a comportamientos problemáticos.
El programa tiene tres componentes:
1) automodificación cognitiva: proporciona a los participantes un proceso integral de autorreflexión centrado en descubrir los pensamientos, sentimientos, actitudes y creencias antisociales;
2) habilidades sociales: prepara a los participantes para que participen en interacciones prosociales basadas en la autocomprensión y la conciencia del impacto que sus acciones pueden tener en los demás;
3) habilidades para resolver problemas: integra a los otros dos componentes y proporciona a los participantes un proceso paso a paso para abordar los desafíos y situaciones estresantes que pueden encontrar.