Es un programa de reestructuración organizacional de la escuela, centrado en los estudiantes que están en el proceso de transición de la educación primaria a la educación secundaria. El objetivo es reducir el aislamiento social y el comportamiento problemático, y aumentar la responsabilidad y la capacidad de aprender reglas.
El programa tiene dos componentes:
1) la reestructuración del entorno físico y social de la escuela secundaria, a través de la creación de entornos de aprendizaje de menor tamaño, donde los estudiantes están en grupos pequeños;
2) la reestructuración del papel del docente en el aula: actúan como administradores y asesores, ofreciendo asistencia con los horarios de clases, asesoramiento académico y apoyo a los estudiantes en el manejo de problemas personales.