Se trata de un modelo de tribunales de tratamiento de drogas (TTD) que se estableció en Chile en 2004, con el objetivo de reducir la delincuencia relacionada con las drogas mediante una alternativa que hace hincapié en el tratamiento del abuso de sustancias y en la supervisión comunitaria de los infractores. La función principal de los tribunales es redirigir a los infractores hacia la rehabilitación bajo supervisión judicial para facilitar el proceso de cambio y fomentar la adherencia al tratamiento.
Tras un primer piloto en Valparaíso, el Programa TTD se institucionalizó como política pública en Chile en 2011, con el Ministerio de Justicia como impulsor y contando con el apoyo de instituciones como el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol, el Ministerio Público, la Defensoría Penal Pública y el Poder Judicial.