Se trata de un programa policial basado en la disuasión, destinado a eliminar los mercados abiertos de drogas y los problemas asociados a ellos sin recurrir al encarcelamiento masivo de traficantes de bajas cantidades.
Incluye tres fases:
1) en la fase de identificación, se detectan las zonas con mayor densidad delictiva y alta prevalencia de drogas. La identificación de estos lugares se produce mediante el intercambio de información entre los organismos de justicia penal, como el mapeo de las detenciones por drogas, las llamadas al servicio policial y la revisión de los delitos graves en puntos calientes;
2) la fase de notificación implica el enlace entre organismos y grupos comunitarios. Las personas que han cometido delitos no violentos son identificadas e invitadas a una sesión de notificación a la comunidad, con la participación de la policía y los fiscales. Además, los miembros de la comunidad hablan con los infractores para tratar de prevenir futuros delitos;
3) la fase de entrega de recursos, desarrollada por organismos comunitarios y grupos de voluntarios, implica el acceso a servicios como educación, vivienda, empleo, alimentación, transporte,vestimenta,y el tratamiento contra las drogas y el alcohol.
Si los infractores incurren en mala conducta, la policía les notifica que pueden ser detenidos inmediatamente, pero si deciden cambiar, no se toman medidas punitivas. Esto permite que los infractores sepan que hay consecuencias por sus acciones, pero que la comunidad también está dispuesta a ayudarles.