Es una intervención de tutoría grupal para estudiantes con alto riesgo de abandono escolar. El objetivo es reducir la deserción escolar y mejorar el rendimiento académico.
La intervención busca mejorar las relaciones entre estudiantes, pares y docentes, desarrollar habilidades para la vida y para el estudio, y ofrecer recursos de asistencia comunitaria. Cada grupo incluye de seis a ocho estudiantes y dos tutores voluntarios del equipo escolar o de la comunidad y tiene lugar semanalmente durante los semestres de otoño y primavera.
Los tutores aplican un currículo de actividades específicas para cada fase:
1) formación;
2) deliberación;
3) estructuración; y
4) rendimiento.
El currículo estimula el uso de la creatividad y tiene como objetivo crear un ambiente seguro y acogedor que facilite la vinculación de los estudiantes con la escuela, y brinde apoyo para enfrentar obstáculos que atentan contra un buen rendimiento académico y el desarrollo personal.