Se trató de un programa implantado en el 6º Batallón de Policía Militar de Río de Janeiro, con el propósito de complementar a las Unidades de Policía Pacificadora ("UPP", centradas en favelas y comunidades conflictivas), incidiendo particularmente en los barrios de clase media y alta. El objetivo fue acercar la policía y mejorar su imagen ante los residentes y comerciantes, así como reducir la violencia.

El programa abarcó un total de 40 territorios y contó con la participación de 120 agentes de policía, de los cuales 102 eran recién contratados. Los agentes participaron en un curso de formación de tres semanas. Cada pareja de agentes, identificados con un chaleco reflectante con una X roja, realizaba patrullajes a pie, visitando comercios, guarderías, escuelas y abordando a los residentes. El programa preveía patrullas de 8 horas diarias de lunes a viernes.