Una evaluación de impacto evidenció una reducción del 25% de los delitos en los puntos conflictivos de tratamiento en comparación con las zonas de control (donde aumentaron un 27%). Las llamadas de servicio disminuyeron en torno a un 8% en el grupo de tratamiento y aumentaron en torno a un 11% en los puntos conflictivos de control. Los incidentes de delitos leves aumentaron tanto en el grupo de tratamiento como en el de control, pero el aumento fue mayor en el grupo de tratamiento [1].