Es un programa inserto en el modelo de comunidad terapéutica residencial destinado al tratamiento de mujeres privadas de libertad que hacen uso indebido de drogas.
Las internas son acompañadas durante seis meses, a través de asesoramiento individual, talleres, seminarios educativos, programas de 12 pasos y pruebas de orina para la detección del uso de drogas. Tanto en el asesoramiento individual como en el colectivo, se abordan temas como la autoestima, el control de la ira, el entrenamiento de la asertividad, las relaciones saludables frente a las perjudiciales, el abuso y el trastorno de estrés postraumático, la codependencia, la maternidad, el sexo y la salud.
Al finalizar el programa, y siendo elegibles para la libertad condicional, las mujeres pueden participar voluntariamente en un programa comunitario.