Una evaluación de impacto, que analizó los datos entre 2000 y 2008, concluyó que la evidencia apunta a un efecto causal del IGESP sobre el delito. Las estimaciones más conservadoras indican una reducción del 24% en el delito contra la propiedad y del 13% en los delitos contra las personas. Existe también alguna evidencia de una reducción temporalmente retardada en las tasas de homicidios, pero parece estar particularmente relacionada con la experiencia de la ciudad capital del estado (Belo Horizonte) [1].

Hay tambien evidencia de que el IGESP está asociado con una mejora en la respuesta policial, medida por las tasas de incautación de armas y esclarecimiento de casos. Los resultados sugieren que la coordinación y las ventajas en cuanto a información representadas por el programa pueden constituir un factor de primer orden en una política exitosa de combate del delito.