Se trata de un programa de educación sanitaria y de prevención para reducir los comportamientos sexuales de riesgo, el consumo de sustancias y la victimización de las mujeres, incluidas las trabajadoras sexuales y las consumidoras de drogas.
La intervención incluye una evaluación personalizada para identificar los comportamientos de riesgo y planificar estrategias, a corto y largo plazo, para minimizar estos comportamientos.
Las acciones educativas abordan los siguientes temas:
1) Información sobre el VIH: cómo hablar con la pareja sobre las prácticas sexuales más seguras, incluidas las técnicas de negociación para el uso del preservativo con el fin de reducir el riesgo sexual; las pruebas de anticuerpos del VIH y las medidas para prevenir su propagación.
2) Riesgos relacionados con las drogas y el sexo: métodos de reducción de riesgos, como el uso adecuado de preservativos masculinos y femeninos.
3) Estrategias de prevención de la violencia: técnicas de comunicación para utilizar en situaciones difíciles y formas de salir de una situación volátil si es necesario.
Además, las participantes reciben un kit de reducción de daños y productos de higiene personal.