Descripción

Este tipo de intervención engloba los programas de prevención que tienen por objetivo reducir la perpetración y evitar la victimización en episodios de violencia sexual, con atención particular a las adolescentes y mujeres jóvenes adultas (especialmente de 11 a 26 años), dada la victimización desproporcionada de estos grupos poblacionales en este tipo de delitos.

Estos programas se orientan a prevenir la ocurrencia de violencia sexual, así como a tratar de fomentar acciones de solidaridad con las víctimas y rechazar todo tipo de conducta violenta, suelen llevarse a cabo en entornos escolares, universitarios o comunitarios, y abarcan una serie de programas de nivel universal diseñados para:
1) Proporcionar a los niños/as información sobre los tocamientos inadecuados, sobre las formas de identificar las situaciones de abuso y sobre cómo contar el incidente a un adulto de confianza;
2) Aumentar los conocimientos de los adolescentes y de los adultos jóvenes sobre la violencia de pareja/en el noviazgo;
3) Desarrollar habilidades de protección de los estudiantes para evitar situaciones inseguras;
4) Promover la voluntad de revelar incidentes de abuso sexual;
5) Cambiar las actitudes o creencias que apoyan la violencia de pareja;
6) Ampliar la empatía de los adolescentes y jóvenes hacia las víctimas;
7) Mejorar las habilidades de gestión de conflictos; y
8) Fomentar el apoyo de los compañeros y actuar como guardianes naturales en estos espacios, entrenándolos para identificar y actuar en situaciones de riesgo (“bystanders”).

En el caso de los abusos sexuales a niños/as, la atención se centra en compartir información sobre los tocamientos adecuados o inadecuados, sobre las formas de identificar las situaciones de abuso, sobre cómo rechazar los tocamientos inadecuados o abandonar las situaciones de abuso, y sobre cómo contar el incidente a una persona adulta o de confianza.

País donde fue aplicado
  • Canadá
  • Estados Unidos
  • Kenia
  • Sudáfrica
Evidencias

La plataforma Crime Solutions presenta estudios que demuestran que las intervenciones para reducir la violencia sexual entre las parejas jóvenes aumentan el conocimiento de los participantes sobre la información pertinente [1][2].

Una de las revisiones utilizadas por Crime Solutions fue revisada y publicada por la Campbell Collaboration. Según esta revisión, centrada en las intervenciones escolares, estos programas mejoran los conocimientos de los jóvenes sobre las relaciones abusivas/violentas, promueven actitudes que reducen la aceptación, por parte de los jóvenes, de la violencia en el noviazgo y aumentan su conciencia con respecto a actitudes adecuadas de resolución de conflictos. Sin embargo, esta misma revisión sistemática señala que estos programas tienen poco impacto en el cambio de comportamiento, por lo cual no inciden de manera sustancial en la perpetración y/o victimización en episodios de violencia en el noviazgo. No se registraron efectos estadísticamente significativos para ninguna de estas variables (perpetración y victimización) cuando los resultados se midieron inmediatamente después de la intervención (post-test) y, cuando fueron medidos después de un período de seguimiento, solo se observaron efectos positivos en la perpetración, pero no en la victimización [1].

Los programas de educación sobre agresiones sexuales aplicados en los campus universitarios mejoran las actitudes relacionadas con la violencia, como la no aceptación de la violación, la reducción de los estereotipos sobre el papel del sexo, la promoción de actitudes más positivas hacia las mujeres y la mitigación del sentimiento de vergüenza por haber sido víctima de este tipo de violencia [3].

En el caso de los programas que se centran específicamente en los niños/as, se han observado beneficios en términos de conocimientos y habilidades relacionados con los comportamientos de protección y prevención [4][5].

En el caso de los programas de prevención de agresiones sexuales a través del papel de los espectadores/testigos (“bystanders”), los estudios revisados por Crime Solutions indican que las intervenciones refuerzan la intención de dichos “bystanders” de intervenir en situaciones de agresión sexual [6]. Una de las revisiones utilizadas por Crime Solutions fue revisada y publicada por Campbell Collaboration. Según esta revisión, estas intervenciones tienen efectos beneficiosos sobre la propensión de los jóvenes para asumir la responsabilidad de intervenir/actuar en casos de violencia, así como sobre sus conocimientos relativos a las estrategias que pueden utilizarse para intervenir en estos casos. Sin embargo, no se han encontrado evidencias de efectos sobre la perpetración de agresiones sexuales propiamente dichas [7].

Por último, Crime Solutions considera que los programas de prevención de la violencia sexual centrados en los hombres no son efectivos para reducir estos delitos, aunque sí funcionan para reducir la intención de los hombres de ser agresivos sexualmente en el futuro y para aumentar la intención de los hombres de participar en los esfuerzos de prevención en el futuro (por ejemplo, detener una posible agresión a la que se enfrenten) [8].

La plataforma Crime Reduction Toolkit identificó y analizó tres revisiones sistemáticas, y señala que hay alguna evidencia de que las intervenciones educativas dirigidas a la prevención de la violencia de parejas juveniles contribuyen para la prevención de esta forma de violencia; sin embargo, en general, estas intervenciones no tuvieron un efecto estadísticamente significativo sobre su incidencia.

Algunos de los estudios analizados mostraron una disminución estadísticamente significativa de la victimización por agresión sexual y/o de la perpetración de violencia física. Sin embargo, otros no detectaron ningún efecto estadísticamente significativo sobre estas variables. Según esta plataforma, estas intervenciones pueden ayudar a reducir estos índices al desarrollar, entre los jóvenes, habilidades para un comunicación eficaz, para lidiar de forma constructiva con el estrés, con la decepción y con el rechazo, así como para resolver conflictos y promover relaciones más saludables [1][2][9].

Bibliografía

[1] La Rue, L., Polanin, J. R., Espelage, D. L. & Pigott, T. D. (2014). School‐based Interventions to Reduce Dating and Sexual Violence: A Systematic Review. Campbell Systematic Reviews, 10(1), 1–110. https://doi.org/10.4073/csr.2014.7

[2] Fellmeth, G. L. T., Heffernan, C., Nurse, J., Habibula, S. & Sethi, D. (2013). Educational and skills-based interventions for preventing relationship and dating violence in adolescents and young adults. The Cochrane Database of Systematic Reviews(6), CD004534. https://doi.org/10.1002/14651858.CD004534.pub3

[3] Anderson, L. A. & Whiston, S. C. (2005). Sexual Assault Education Programs: A Meta-Analytic Examination of Their Effectiveness. Psychology of Women Quarterly, 29(4), 374–388. https://doi.org/10.1111/j.1471-6402.2005.00237.x

[4] Davis, M. K. & Gidycz, C. A. (2000). Child sexual abuse prevention programs: A meta-analysis. Journal of Clinical Child Psychology, 29(2), 257–265. https://doi.org/10.1207/S15374424jccp2902_11

[5] Walsh, K., Zwi, K., Woolfenden, S. & Shlonsky, A. (2015). School-based education programmes for the prevention of child sexual abuse. The Cochrane Database of Systematic Reviews(4), CD004380. https://doi.org/10.1002/14651858.CD004380.pub3

[6] Katz, J. & Moore, J. (2013). Bystander education training for campus sexual assault prevention: An initial meta-analysis. Violence and Victims, 28(6), 1054–1067. https://doi.org/10.1891/0886-6708.vv-d-12-00113

[7] Kettrey, H. H., Marx, R. A. & Tanner‐Smith, E. E. (2019). Effects of bystander programs on the prevention of sexual assault among adolescents and college students: A systematic review. Campbell Systematic Reviews, 15(1-2), 548. https://doi.org/10.4073/csr.2019.1

[8] Wright, L. A., Zounlome, N. O. O. & Whiston, S. C. (2018). The Effectiveness of Male-Targeted Sexual Assault Prevention Programs: A Meta-Analysis. Trauma, Violence & Abuse, 21(5), 859–869. https://doi.org/10.1177/1524838018801330

[9] Koker, P., Mathews, C., Zuch, M., Bastien, S. & Mason-Jones, A. J. (2014). A systematic review of interventions for preventing adolescent intimate partner violence. The Journal of Adolescent Health : Official Publication of the Society for Adolescent Medicine, 54(1), 3–13. https://doi.org/10.1016/j.jadohealth.2013.08.008

Casos evaluados

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