Una revisión sistemática identificó 24 estudios de evaluación de impacto en programas de meditación en las escuelas. Se reportó un resultado positivo de tamaño pequeño a moderado, lo que indica que los casos tratados obtuvieron mayores beneficios en el desarrollo cognitivo, la reducción del estrés y un aumento de la resiliencia [1].
Una revisión sistemática de Campbell Collaboration examinó los efectos de las MBI en entornos escolares sobre los resultados cognitivos, conductuales, socioemocionales y de rendimiento académico entre los Una revisión sistemática identificó 24 estudios de evaluación de impacto en programas de meditación en las escuelas. Se reportó un resultado positivo de tamaño pequeño a moderado, lo que indica que los casos tratados obtuvieron mayores beneficios en el desarrollo cognitivo, la reducción del estrés y un aumento de la resiliencia [1].
Una revisión sistemática de Campbell Collaboration examinó los efectos de las MBI en entornos escolares sobre los resultados cognitivos, conductuales, socioemocionales y de rendimiento académico entre los jóvenes de escuelas primarias y secundarias. La revisión incluyó en su metaanálisis un total de 35 estudios aleatorios o cuasi experimentales, que evaluaban intervenciones realizadas en formato grupal, aunque variables en cuanto a su duración (4-28 semanas), al número de sesiones (6-125 sesiones) y a la frecuencia de las reuniones (una vez cada 15 días a 5 veces por semana). Esta revisión sistemática encontró que las intervenciones tuvieron un efecto positivo pequeño pero estadísticamente significativo en los resultados cognitivos analizados (e.g., funciones ejecutivas, memoria, cognición, atención) y socioemocionales (e.g., ansiedad, estrés, motivación, habilidades sociales, autoestima, regulación de las emociones, determinación, conductas internalizantes). Sin embargo, también descubrió que no tuvieron un efecto estadísticamente significativo en los resultados conductuales (e.g., sanciones disciplinarias, agresividad y otros comportamientos externalizantes, tiempo dedicado a las tareas, cumplimiento, asistencia) y académicos (e.g., exámenes estandarizados de rendimiento, medidas de dominio de los contenidos, lectura, notas) considerados en el análisis [2].