Es un programa de salud pública para ayudar a todos los padres, madres y cuidadores de niños/as y adolescentes de 0 a 17 años en una comunidad. Los objetivos son mejorar las competencias parentales y prevenir o alterar las prácticas de crianza disfuncional, para reducir los factores de riesgo de violencia y los problemas emocionales y conductuales en la infancia y la adolescencia.

El programa se entrega a la comunidad en distintos niveles de intensidad de servicio:
1) en el nivel de prevención universal, se realizan campañas en medios de comunicación social para desestigmatizar a los padres que necesitan orientación para la crianza efectiva, y se entregan contenidos de capacitación a los padres sobre estrategias de crianza efectiva accesibles para todos los que se interesen en aplicarlas;
2) en el nivel de prevención selectiva, se realiza un conjunto de seminarios masivos dirigidos a todos los padres, lo que se complementa con breves entrevistas de consulta para los padres que tienen hijos/as con problemas menores de comportamiento. El contenido de los seminarios y entrevistas está previamente definido en manuales de operación;
3) en el nivel siguiente se organizan pequeños grupos de padres cuyos hijos/as presentan problemas de conducta. Se realizan talleres de formación en parentalidad positiva, con técnicas de fácil aplicación práctica. La conversación y el intercambio de experiencias entre los padres facilita el aprendizaje de las nuevas estrategias de crianza;
4) en el nivel intensivo, se aplica la intervención de talleres grupales de formación en parentalidad positiva del nivel anterior, pero se complementa con un conjunto de sesiones individuales de asistencia a los padres. Estas sesiones adicionales de refuerzo individualizado pueden realizarse por teléfono.