Es una intervención grupal breve basada en el enfoque de terapia cognitivo-conductual, centrada en la solución de problemas y dirigida a estudiantes embarazadas. El objetivo es reducir la deserción escolar y atender a las necesidades de las madres adolescentes.
La intervención es implementada por profesionales de la educación y se centra en entrenamiento en habilidades socioemocionales y de manejo del estrés, abordando el buen desempeño académico y la finalización de los estudios como elementos fundamentales para la estabilidad y la autosuficiencia.
El programa dura ocho semanas y está estructurado a través de sesiones semanales que siguen tres segmentos:
1) discusiones grupales;
2) proceso de cinco pasos para la resolución de problemas, la identificación de metas y la planificación de estrategias; y
3) aclaración de dudas, profundización y revisión de la sesión.