La Plataforma Crime Solutions analizó y recopiló evidencias extraídas de tres revisiones sistemáticas y concluyó que, en general, estas intervenciones son prometedoras para reducir la reincidencia en general, así como la reincidencia en delitos sexuales, en particular. Sin embargo, las evidencias no parecen respaldar la eficacia de estos programas para impactar de forma estadísticamente significativa en las tasas de reincidencia en delitos violentos (incluidas las agresiones sexuales violentas) [1] [2] [3].
Una de esas revisiones sistemáticas examinó la eficacia de la terapia cognitivo-conductual para agresores sexuales en la cárcel. Dicha revisión evidenció que los programas de este tipo de terapia aplicados en la prisión tuvieron un impacto significativo en los agresores sexuales, con una reducción de la reincidencia general del 14,9% [2].
Además de las revisiones sistemáticas presentadas por Crime Solutions, se identificaron otras dos revisiones más recientes sobre la efectividad de los programas de intervención especializados en agresores sexuales.
La primera de ellas, analizada por la Plataforma Crime Reduction Toolkit, evaluó 15 programas sobre la eficacia de los círculos de apoyo y responsabilización (COSA) en la reincidencia, considerando condenas por cualquier delito y condenas por delitos sexuales. Aunque el estudio haya encontrado algunas evidencias de que los círculos de apoyo y responsabilización redujeron la reincidencia, las evidencias no son concluyentes, ya que, según los autores, es posible que los agresores sexuales que participaron en el programa, así como los involucrados en los grupos de control, hayan participado también en otros programas de tratamiento [4].
La segunda revisión identificó 17 estudios pertinentes, con una muestra total de 6.681 sujetos. Las tasas de reincidencia para los infractores que participaron en el tratamiento fueron más bajas que las tasas de los grupos de control: 13,12% vs. 17,94% en el caso de la reincidencia sexual; 25,5% vs. 29,1% para la reincidencia en actos violentos y 46,53% vs. 52,41% para cualquier tipo de reincidencia. No obstante, los autores mencionan que la interpretación de tales resultados requiere cautela, pues el análisis independiente de los estudios con buena calidad metodológica no mostró efectos significativos del tratamiento [5].