Es un programa de gestión de casos diseñado para reducir las recaídas y la reincidencia en el delito, que brinda servicios a individuos condenados por delitos y con antecedentes de abuso de drogas y alcohol.
Hay cinco componentes de intervención:
1) tratamiento del uso de sustancias;
2) servicios de empleo;
3) servicios de vivienda;
4) servicios de refuerzo familiar, y
5) servicios de salud y salud mental.
Las intervenciones para el tratamiento del abuso de sustancias oscilaron desde programas de 12 pasos hasta programas de tratamiento residencial intensivos. Los gestores de casos evalúan las necesidades de los clientes y aseguran su inclusión en los servicios apropiados.
Además, los gestores desarrollaron las siguientes acciones:
1) contacto con los clientes para evaluar las necesidades de servicios en curso;
2) comunicación con los proveedores de servicios externos para verificar el cumplimiento por parte de los clientes;
3) análisis de orina, y
4) uso de sanciones graduadas e incentivos para responsabilizar a los clientes del incumplimiento.