Una revisión sistemática con metaanálisis de Campbell Collaboration publicada en 2019 evaluó los tres tipos existentes de disuasión focalizada: sobre grupos violentos, sobre individuos altamente violentos y sobre los mercados abiertos de drogas [1]. La evidencia encontrada indica que la disuacion focalizada en general, que abarca estos tres tipos, es un mecanismo eficaz para la reduccion de la criminalidad y la violencia.

En particular, los análisis de las intervenciones de disuasión focalizada en grupos violentos indican que estos programas producen un efecto estadísticamente significativo sobre la delincuencia y la criminalidad. Este efecto es comparativamente superior (el triple) que en las intervenciones focalizadas en individuos violentos, y multiplica en casi ocho veces el tamaño del efecto de las intervenciones focalizadas en los mercados abiertos de drogas.

Otro estudio analizó una amplia gama de estrategias policiales a partir de un gran conjunto de revisiones sistemáticas [2]. Una de las estrategias analizadas fue la disuasión focalizada sobre grupos violentos. Los autores de este estudio concluyeron que la disuasión focalizada sobre grupos violentos es, entre todas las estrategias evaluadas, la más eficaz para reducir los homicidios. Los autores recomiendan precaución a la hora de interpretar los resultados (debido a la ausencia de estudios controlados aleatorizados en esa revisión sistemática), pero señalan que 9 de cada 10 casos analizados reportan reducciones sustanciales de la delincuencia y la violencia, con disminuciones que varían entre el 34% y el 63% en el caso del homicidio, específicamente [2].