Una revisión sistemática con metaanálisis identificó 25 estudios que evaluaban el impacto de los programas de policía comunitaria. El metaanálisis de estas evaluaciones mostró que los programas afectan positivamente a los índices de satisfacción con la policía. También se observó una reducción de la percepción de desorden. Si bien el metaanalisis no encontró resultados estadísticamente significativos, la revisión sistemática sí produjo evidencias de mejora en la legitimidad policial. Los autores no encuentran evidencia concluyente de que esta intervención mejore la prevención del delito o el miedo al delito. Tampoco encuentran evidencias concluyentes de un mejor desempeño del policiamiento comunitario cuando incorpora la orientación a problemas. Es importante mencionar las limitaciones del estudio, en virtud de la imprecisión conceptual de la estrategia, que genera intervenciones heterogéneas [1].

La plataforma Crime Solutions cataloga la práctica del policiamiento comunitario (Community-Oriented Policing - COPS, en inglés) como no concluyente, ya que considera que esta revisión sistemática tiene una baja validez interna, lo que imposibilitaría una evaluación más rigurosa de sus efectos medios sobre las variables de interés.

Un metaanálisis más reciente, que abarcó seis experimentos de campo coordinados en países del sur global, concluyó que la policía comunitaria no generó ninguno de los efectos principales que se hipotetizaron. En el metaanálisis, no se observaron efectos estadísticamente significativos del aumento de las prácticas de policía de proximidad en ninguno de los resultados principales: victimización por delincuencia, percepción de inseguridad, opinión de los ciudadanos sobre la policía, abusos policiales o cooperación de los ciudadanos con la policía. Sin embargo, sí se observaron efectos en mediciones secundarias de la actitud de los ciudadanos hacia la policía en tres de los sitios de intervención [2].