Manual de Entrenamiento de Seguridad Corporal (BST)

Es un plan de estudio desarrollado para padres y docentes, para educar a los niños/as pequeños sobre seguridad personal. Hay dos versiones de la intervención: una para que los padres usen en casa y otra para que los docentes apliquen en el aula. Ambos modelos pueden usarse por separado o combinados, de modo que los padres enseñen a los niños/as habilidades de seguridad corporal para reconocer, resistir e informar contactos inapropiados.

Demasiado Bueno para ser Violento

Es un programa escolar para estudiantes de 8 a 18 años, para que desarrollen habilidades interpersonales para la resolución de conflictos y habilidades de resistencia a la presión de pares para evitar el uso de sustancias.

Se trata de un modelo de enseñanza interactivo a través de juegos, dramatizaciones, actividades de grupos pequeños y discusiones en el aula. El programa incluye componentes para involucrar a las familias y a toda la escuela. El componente familiar incluye boletines informativos y tareas interactivas.

Tomando Buenas Decisiones

Es un programa de desarrollo de competencias parentales, aplicado en cinco sesiones de dos horas cada una, para mejorar las interacciones parento-filiales protectoras y reducir el riesgo de inicio temprano de consumo de drogas en los niños/as.

El programa se ejecuta en las escuelas por parte de duplas de facilitadores capacitados, que trabajan con grupos de padres de 10 familias en promedio.

La primera sesión se realiza con los hijos/as adolescentes, y se centra en las habilidades necesarias para resistir la presión de los pares para usar drogas.

Paternidad Activa para Adolescentes: Familias en Acción

Es un programa escolar de prevención, destinado a familias y adolescentes que ingresan a la escuela secundaria. La intervención se ofrece durante todo el año lectivo, tanto para el grupo de padres como para los adolescentes, como una actividad extraescolar.

La intervención dura seis semanas, con grupos de 5 a 12 familias que aprenden habilidades para aumentar el apego positivo y la participación en la escuela, y prevenir el uso de alcohol, tabaco y otras drogas en relación con los niños/as.

Aprendiendo Juntos

Es un programa escolar de educación socioemocional para adolescentes de 12 a 14 años de nivel secundario. El objetivo consiste en mejorar el ambiente escolar para reducir el acoso escolar o bullying, y las agresiones en general, promoviendo al mismo tiempo la salud y el bienestar de los estudiantes.

Intervención en Alianza Escuela-Familia para Reducir el Riesgo de Uso de Sustancias Psicoactivas

Es una intervención de prevención universal para el primer ciclo de la escuela primaria. El objetivo es reducir el riesgo de uso futuro de sustancias psicoactivas mediante la mejora de las habilidades de comunicación y el manejo del comportamiento por parte de los padres y los docentes.

Comunidad Escolar Protectora

Es un programa escolar para niños/as desde jardín de infantes hasta 6.º grado de la escuela primaria. El objetivo es reducir la delincuencia y aumentar el compromiso de los estudiantes con la escuela, mejorando el rendimiento académico.

El programa busca la creación de un entorno escolar que promueva la motivación académica, la definición de objetivos alcanzables, la formación moral y del carácter, y la reducción del uso de sustancias, la violencia interpersonal y los trastornos de salud mental.

Detective de Medios

Es un programa de educación en medios de comunicación y prevención del uso de drogas para estudiantes de 3.º a 5.º grado de la escuela primaria. El objetivo es prevenir o posponer el consumo de tabaco y alcohol entre los niños/as.

El programa busca desarrollar un razonamiento crítico para que los niños/as puedan comprender la presión social presente en los anuncios de consumo de alcohol y tabaco. La intervención consta de 10 sesiones facilitadas por un docente, en las que se alienta a los niños/as a simular una “investigación” de los mensajes publicitarios.

En forma: Prevención más Bienestar

Es un programa para reducir el consumo de alcohol y drogas en jóvenes, y para mejorar condiciones generales de salud y bienestar.

La intervención utiliza el modelo de imagen-conducta, según el cual el uso de imágenes positivas puede motivar cambios en hábitos de riesgo para la salud. Invita a los participantes a definir objetivos para aumentar la actividad física, tener una alimentación saludable, manejar el estrés, etc.